Cada 10 de septiembre se conmemora el día mundial de la prevención del suicidio. En ese marco la psiquiatra del Hospital de General La Madrid, Estefanía Iturburúa, habló sobre el tema y aunque reconoció que “es difícil de abordar porque es multifactorial e intervienen muchas cuestiones” es central la cuestión “y es importante tomar medidas preventivas”. 
“Hay que des estigmatizar la idea de muerte, no el suicidio, sino entender que la idea de muerte puede aparecer en los pacientes y nosotros tenemos que dar el espacio para que la persona se pueda expresar y nosotros acompañar”, señaló. 
“A veces se deja de hablar de suicidio y la forma de comunicar es muy difícil. Entonces, cuando se entiende que indistintamente se hable o no la idea puede aparecer, hay que ver qué se hace con eso”, marcó e insistió: “no hay que alejarse y dejar sola a la persona sino que hay que acompañar y estar al pendiente que esa idea no siga fomentándose”.
La importancia de hablar. “Es un tema difícil y bastante taboo, que incluso está atravesado por la cuestión religiosa, la sociedad entiende hablando se dan “herramientas” para que lo hagan o información pero esto tiene que ver con cómo se comunica. Cuando se da lugar a que las personas se expresen se puede ir “enganchando” la causa y ahí prevenir”, recalcó la especialista.
Subrayó que una de las claves para prevenir “es estar atentos a las conductas”. “Empiezan a aislarse, no participar de actividades que antes les gustaban, no se comunican, duermen en horarios inhabituales y hay consumo problemáticos de sustancias y adicciones digitales”, advirtió sobre los “signos” a tener en cuenta.
“Las redes sociales e internet son un factor de riesgo”, se preocupó más tarde la especialista en psiquiatría y psicología médica.  
Aunque los jóvenes son, según las estadísticas, quienes más consuman el suicidio, la profesional advirtió que en todos los rangos etarios hay riesgos, incluidos entre niños pequeños.       
“El suicidio es la segunda causa de muerte no natural, después de los traumas viales, en los jóvenes. Además se está viendo que incluso en los niños está la idea de muerte; hay algunos muy pequeños que no tienen el concepto psicológico de la muerte pero hay actitudes disfuncionales y pueden acceder a métodos letales”. 
Sobre esto mencionó que en muchos casos tienen que ver con la ruptura de las redes de contención social, en especial la familiar.
“La defunción familiar y el cambio de valores es el factor que más predispone a los niños a no sentirse contenidos o a tomar actitudes rebeldes en cuanto al “todo o nada” porque no saben perder y caen en la frustración”, indicó y en ese sentido contó que “a veces los niños no tienen margen para perder, tienen que ser los mejores en un idioma, en un deporte u otras cuestiones, y nos olvidamos de mirarlos y fomentar el acompañamiento. Hay presión y competencia que a veces se gesta entre los grandes porque los niños no lo tienen”.
El cambio cultural “ha dejado un hueco donde el niño no sabe a dónde pertenecer. Se pierde un tiempo valioso de escucha por el ritmo de vida y allí aparecen esas disfunciones”, se explayó.     
Marcó por otro lado que “hay que romper con los mitos” y puso como ejemplo las amenazas de suicidio. “A veces se subestima”, planteó y señaló que “no hay que tomarlo como un llamado de atención sino como una posibilidad en serio porque es verdad que muchas veces se verbaliza pero también hay quienes no lo hacen”. 
“Hay que prestarle atención a la verbalización porque el cerebro quiere tener razón y siempre está buscando la excusa por eso hay que reconocer el problema para desactivarlo”, subrayó.
Por otro lado la especialista recalcó que cuando hay un riesgo serio hay que dar inmediato aviso a las autoridades de salud y acompañar a las personas hasta que estas puedan ser ayudadas por profesionales.
La idea del suicidio “es el final”, dijo la profesional. En el medio “puede haber una ruptura amorosa, la pérdida de un familiar, una situación económica… uno intenta buscar herramientas pero cuando no salen o son disfuncionales lleva un tiempo de elaboración y se toma la decisión”, esgrimió sobre cómo ocurren las situaciones.
Las causas de la idea de muerte son, como se indicó más arriba, muy variadas por eso Estefanía Iturburúa reiteró sobre la importancia de “hablar y escuchar” para “poder hacer algo”.