Tras las lluvias -se estima que unos 100 milímetros- el Arroyo Salado muestra una imagen como hacía mucho tiempo que no sucedía: el agua sobre los márgenes y en algunos casos con desbordes. Sin embargo “la situación está controlada”, se informó desde la Secretaría de Obras y Servicios Públicos.
Luego de las precipitaciones se abrieron las compuertas de manera parcial para ayudar al escurrimiento.
“Se hizo preventivamente ya que mucha del agua que cargó el recorrido llega desde los campos aledaños al curso”, se explicó. Esperan que con el correr de las horas la situación se normalice. 
En menos de 24 horas llovió más de la mitad de lo que se ha acumulado en lo que va del año, y el 2022 donde había comenzado la seca, apenas habían registrado 594 mm.