Estimado Sr Intendente de General La Madrid Dr Martín Randazzo, Sres Integrantes del Honorable Concejo Deliberante, y demás integrantes del Poder Ejecutivo Local y Partidos de la oposición:
Augurando que hayan comenzado muy bien el nuevo año, tengo entendido que los distintos poderes del Estado Municipal están trabajando desde hace un tiempo en la redacción de una Ordenanza que regule los denominados "carros de comida". Enhorabuena!
Pero en el mientras tanto, quien les escribe junto a un importante grupo de vecinos y comercios del casco urbano, solicitamos amablemente que por favor se ponga fin de manera inmediata, al abuso que de Lunes a Lunes se está cometiendo en la Plaza San Martín. Un lugar emblemático de nuestra ciudad, históricamente venerado tanto por los lugareños como por quienes nos visitan, donde lamentablemente bajo el paraguas de "carro de comidas", se han instalado verdaderas tolderías sobre la calle Rivadavia y sobre la calle 25 de Mayo, que atentan contra la salud pública, el orden público, y el normal desenvolvimiento de todos los comercios de las inmediaciones.
En las fotografías y videos capturados ayer sábado cerca de la medianoche, se puede ver claramente cómo la jauría de perros callejeros que tiene en vilo desde hace meses -sino años- a todos los vecinos de la zona, está cómodamente instalada custodiando el territorio alrededor del "carro de comidas", ya que a la vista se observa cómo los canes se alimentan de los desechos que les dan.
A pesar de la hora, la toldería recibe a sus clientes con música a un volumen considerado (cosa que sucede además, de Lunes a Lunes, no solo los días sábado), violando con total impunidad el régimen autoral para los servicios de radiodifusión, por el cual los comercios debidamente habilitados abonamos decenas de miles de pesos por año a entidades como SADAIC y AADI/CAPIF, para tal fin.
Además, en una de las fotos (la más oscura), si se hace un esfuerzo se puede observar cómo se hace abuso de los cestos papeleros de la plaza, utilizándolos para tirar todo tipo de desechos de la toldería. Y está más que claro que no se trata de un "carro de comidas" sino que estamos frente a un combo algo más completito....con gazebo, mesas y sillas irrumpiendo en las veredas de la plaza, complementado con un set de enormes camas elásticas que irrumpen y deterioran los espacios verdes del lugar, que tanto cuidado requiere de parte de los parqueros municipales, fruto también del esfuerzo que hacemos todos los contribuyentes.
Todo esto sin abordar cuestiones bromatológicas que están a la vista de cualquier persona que transita por el lugar y que contando con la experiencia de profesionales de la salud, tanto por el lado del Sr Intendente como de la Dra Silvia Caballero - flamante funcionaria del Ministerio de Salud de la Nación - seguramente coincidirán que es un delirio que estos experimentos gastronómicos funcionen de semejante manera, con absoluta normalidad, a la vista de todo el mundo. Lo mismo aplica para el carro instalado sobre la calle 25 de mayo; otra toldería que no es otra cosa que la caja de una pickup devenida en asador criollo, sin ningún tipo de infraestructura de salud e higiene para brindar el servicio que ofrece....también, combo completo, con musicalización ilegal, mesas y sillas irrumpiendo las veredas de la plaza pública.
Entiendo que la redacción, debate, consulta, aprobación y promulgación de la ordenanza, puede llevarles un tiempo prudencial. Pero en el mientras tanto, auguro puedan utilizar este testimonio y el de muchos vecinos muy preocupados por esta situación, para que las actividades en marcha cesen de inmediato.
Por otra parte, insisto en que ante la falta de baños públicos en la plaza central, la Confitería Lalo´s y el Hotel EUROPA se terminan transformando -por razones humanitarias- en los sanitarios a disposición de los comensales de estas tolderías.
Y francamente, por encima de las serias implicancias que estos experimentos conllevan en materia de salud, higiene, bromatología -sumado el claro perjuicio a uno de los atractivos principales de la ciudad- no nos parece justo que nuestras actividades comerciales se vean gravemente perjudicadas (por los aromas intensos que se emanan desde la tarde a la noche, el movimiento de perros callejeros, la música sin límite de Lunes a Lunes, el no poder disfrutar libremente de la plaza como el espacio público que es, etcétera), cuando mes a mes debemos hacer frente a una pila de impuestos y tasas municipales, provinciales, y nacionales que regulan cada uno de nuestros comercios.
Sin otro particular, apelo a la buena voluntad de todos los interlocutores del caso y aprovecho la ocasión para saludarlos con mi consideración más distinguida, quedando a entera disposición para reunirnos personalmente a la brevedad posible con la finalidad de coordinar acciones concretas que pongan fin a este flagelo.

Muchísimas gracias, Antonio Pietravallo