Los productores lamatritenses esperan un cambio en las condiciones climáticas para definirse y comenzar a sembrar, de cara a la campaña de fina 2017-18. Es que por el momento no ha concluido la trilla de soja y eso retrasa la decisión.
“Faltan algunos días para el inicio pero por el momento no hay grandes expectativas”, comentaron los especialistas consultados.
Es que el final del verano y el otoño están siendo más lluviosos de lo que se preveía y las horas de sol no permiten que la humedad alcance a escurrirse lo que hace que los pisos estén muy blandos y se dificulte el ingreso de las máquinas a los campos. “Esa es la mayor preocupación”, indican los profesionales pero reconocen que tampoco se observa el entusiasmo que se esperaba en los meses previos.
Igualmente, según el último informe de la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca indica que el terreno destinado a trigo crecería un 10 por ciento respecto al año anterior, mientras que la cebada se mantendría o caería en un 5 por ciento.
Buenos rindes:
Con respecto a lo que está sucediendo con la cosecha de soja, aún resta un porcentaje importante por levantar pero los rindes siguen siendo los esperados aunque las semillas presentan mucha humedad.
En el cierre cosecha de girasol 2016-17 se logró un significativo aumento del área, 20% más que el ciclo anterior, posibilitó un incremento del 3% en la producción del sudoeste bonaerense, al finalizar en 280.000 tn. Con respecto a los rindes promediaron 1.600 kg/ha, rendimiento más que aceptable para la zona, pero un 11% menos que en el excepcional 2015-16.