Respaldado por la UCR, Facundo Manes ya tiene su equipo para salir al ruedo como potencial candidato de Cambiemos en la provincia de Buenos Aires, el plato fuerte de la agenda electoral de este año.
El neurocientífico está decidido a competir y por ahora María Eugenia Vidal no lo considera un problema, porque tiene uno mayor a resolver: la posibilidad, cada vez más certera, de que Elisa Carrió insista en integrar una lista oficialista en territorio bonaerense, pese a la súplica de Horacio Rodríguez Larreta por tenerla de candidata en la Ciudad.
“Si Lilita no entra en relación, nos vamos a juntar todos para enfrentarla. Se eligen diputados y senadores y por lo tanto habrá lugares para todos”, anticipan cerca de la gobernadora, cada vez más preocupados por la chaqueña. No es el caso de Manes, obsesionado por tener una banca en el Congreso como sea, aun cuando las encuestas sigan sin darle buenos augurios.
Apadrinado por Ernesto Sanz, intentó colarse en alguna lista en 2015, pero nadie lo tomó en serio. El mendocino no lo abandonó y logró que Vidal lo nombrara como asesor “ad honorem”, una excusa para recorrer la provincia con más juego político.
La UCR bonaerense ya lo aceptó como su arma para negociar con Vidal, encargada exclusiva de coordinar la estrategia electoral de la Provincia.
Por ahora, en su entorno creen que Manes puede rellenar una lista pero no liderarla y trenzarse en debates con figuras como Daniel Scioli o Sergio Massa. El único macrista puro en campaña es el intendente de Vicente López, Jorge Macri, respaldado por sus pares de Cambiemos.
Hace meses que difunde sus fotos junto a Vidal en las redes sociales. En la Casa Rosada mencionan a la diputada nacional Gladys González, que dejará su banca para presidir Acumar, el ente creado por la Corte Suprema para sanear el Riachuelo. “Nunca hará campaña y sólo será candidata si se lo piden”, aclaran en la Provincia.
El cronograma que por ahora maneja Cambiemos es hacer la primera tanda de encuestas en la provincia en febrero, para empezar a tomar definiciones. Y esperar si para ese entonces, Carrió no dio una señal de ignorar su residencia en Exaltación de la Cruz y tratar de renovar su banca por la Ciudad de Buenos Aires. En la UCR tomaron nota del acercamiento de Ricardo Alfonsín con Carrió y ya le garantizan un lugar de privilegio en una lista de Manes. Los macristas culpan por ese reencuentro a Emilio Mozó, compañero de ambos en el Congreso y molesto con Macri por no tener lugar en la campaña bonaerense. Alfonsín no está cómodo con el Gobierno y salió golpeado en la última elección del Comité Provincia de la UCR: Daniel Salvador quedó de presidente y sólo pudo ubicar al vicepresidente al senador provincial Carlos Fernández. La estratégica secretaría general quedó para Maximiliano Abad, diputado provincial, cercano a Sanz y al operador Emiliano Yacobitti, promotor de la candidatura de Lousteau en la Ciudad, la otra piedra en el zapato del Gobierno en este año electoral que comienza. “Carrió en la provincia y Lousteau en la Ciudad es un Macri sin poder en 2018. Eso intentaremos frenar”, repiten. Manes se anota para ayudar.

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