La lucha de las Mamá Cultiva Argentina empieza a dar frutos. Unas 100 familias ya pueden importar fármacos cannábicos para tratar a niños con epilepsia, autorizadas por la Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT). Sin embargo, y aunque no hay estadísticas, son centenas las que todavía no pueden hacerlo. Todas ellas aguardan al próximo 13 de octubre, cuando el cannabis medicinal se convertirá en el único tema de discusión en una reunión conjunta, postergada desde junio de este año, entre las comisiones de Salud, Seguridad Interior y Legislación Penal en el Congreso.
El compromiso de parte del bloque de Cambiemos quedó sellado el 28 de septiembre, cuando la Cámara de Diputados debatió el proyecto para reforma de la ley de drogas, la 23.737, que incluye a los precursores químicos como elementos prohibidos y actualiza las penalizaciones. En el recinto, los diputados del Frente para la Victoria, Frente de Izquierda, Libres del Sur y el Frente Renovador, propusieron que se incluya en el mismo proyecto un tema de alta sensibilidad como la despenalización de la tenencia y el cultivo del cannabis medicinal, instancia que fue rechazada por Cambiemos.
La presión del hashtag #CannabisMedicinalYa, que se convirtió en trending topic durante la sesión, hizo dar marcha atrás al bloque oficialista: no tuvo más opciones que proponer que se retome la discusión en una reunión extraordinaria de comisiones. Mientras tanto, el proyecto inicial, sin la inclusión del cultivo del Cannabis medicinal, deberá volver a ser tratado en el Senado.
La movida en las redes y los casos que contaron los usuarios lograron un primer objetivo: poner fecha real a la discusión sobre las necesidades planteadas por las madres de niños con epilepsia refractaria y otros pacientes terapéuticos que usan el cannabis. Todos reclaman una ley que los proteja y que deje de criminalizarlos. Una de las organizaciones que tiene más expectativas y que siguió más de cerca la sesión es Mamá Cultiva Argentina. “Si aprueba una modificación a la ley de drogas que no incluya una excepción para la tenencia y el cultivo del cannabis medicinal, el Congreso estaría ratificando una ley que nos criminaliza”, advirtieron desde Fundación.
Actualmente, en la Argentina unas 100 las familias fueron autorizadas por la Administración Nacional de Medicamentos (ANMAT) a importar fármacos cannábicos para tratar a niños con epilepsia.

Qué pasa en las provincias
Chubut fue la primera en sancionar una ley que incorpora el aceite de cannabis al vademécum de una obra social estatal para ser entregado en hospitales públicos. La segunda podría ser Santa Fe si se convierte en ley el proyecto del diputado provincial del Frente para la Victoria Leandro Busatto que establece cobertura integral de parte del Instituto Autárquico de Obras Sociales para tratamientos de patologías autorizadas por el Ministerio de Salud provincial como autoridad de aplicación. La semana pasada, el Hospital de Niños de Santa Fe Dr. Orlando Alassia se convirtió en el primer hospital público en el país en abrir sus puertas para debatir en jornadas públicas el uso medicinal de la marihuana.
En Córdoba, que tiene la primera Clínica Cannábica del país, la legisladora Liliana Montero presentó el 28 de septiembre un proyecto de ley en la misma dirección: que el vademécum provincial incorpore medicamentos en base a aceite de cannabis y que la Administración Provincial de Seguro de Salud los entregue de manera gratuita, además de ordenar al gobierno la firma de convenios de adhesión con obras sociales y prepagas.
La presión de las organizaciones que exigen la despenalización del uso del cannabis medicinal se hace sentir. La semana pasada en Salta se realizó el primer Seminario de Cannabis Medicinal del Norte con apoyo de la Cámara de Diputados. En Buenos Aires, el jueves 30, la Secretaría de Extensión de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de La Plata convoca a una Jornada Académica “Cannabis y Salud” en la que se realizará un recorrido desde la producción de la medicación, las cuestiones legales y los desafíos científico tecnológicas para avanzar en las investigaciones.

Fuente: Cosecha Roja